Tu check-list de redes sociales para cambiar de trabajo

¿Sabías que las redes sociales son herramientas básicas para los headhunters y que y el 51% de los españoles ya las utilizan para encontrar empleo?

Si quieres construir una buena “marca profesional” no sólo debes debatir y darte a conocer en grupos profesionales, sino también actualizar con frecuencia todos tus perfiles sociales. En muchos casos, tu marca profesional estará íntimamente relacionada con tu marca personal.

Según un estudio de la red Viadeo

• El 51 % de los españoles usa ya la web 2.0 para encontrar empleo
• Un 31 % tiene un perfil en alguna red profesional
• El 10 % ya ha encontrado trabajo gracias a sus contactos virtuales

 

 

Check-list 2.0

¿Cuántas veces has cambiado de domicilio? ¿Recuerdas todo lo que has tenido que actualizar? Empadronamiento, tráfico, Seguridad Social y muchas más cuestiones burocráticas. De la misma manera, cuando cambias de situación laboral es importante que hagas un repaso a tu identidad digital y no te dejes nada.

Generalmente vamos abriendo perfiles en las redes y luego es tal el caos, que no sabemos dónde estamos ni qué debemos actualizar, por lo que hoy te quiero recomendar una check-list de cambios 2.0. Así podrás cuidar tu personal branding y evitar confusiones o malentendidos.

Aunque en una situación tan particular como el cambio de trabajo es fundamental que lo tengas en cuenta, hacer una check-list te puede ayudar incluso si no tienes bien optimizados todos tus perfiles sociales. De esta forma podrás comprobar uno por uno que no te dejas nada importante.

# 1. Redacta una lista de tus redes sociales

Lo primero que deberías hacer es algo tan simple como redactar una lista de todas las redes sociales en las que estés presente. Así te asegurarás que no olvidas ninguna de ellas:

• Twitter
• Facebook
• Google+
• Pinterest
• Instagram
• Foursquare
• Flickr
• Youtube
• About.Me
• LinkedIn
• Etc.

Una buena forma de hacerlo es separándolas por “categorías”: redes sociales generalistas, profesionales, de imagen, de vídeo… En la lista deberías añadir también blogs que gestiones y aplicaciones de terceros que hayas podido utilizar mientras trabajabas en la empresa anterior.

[quote style=”1″]Si te suscribes por email recibirás una check-list como la de la imagen, elaborada en Excel, que te ayudará a organizarte mejor la presencia en redes sociales.[/quote]

#2. Repasa la información de tus perfiles

Con tu lista elaborada, ve repasando uno por uno todos tus perfiles. Ten en cuenta, mientras los revisas, que la información del perfil no debes redactarla en todos ellos necesariamente del mismo modo.

Si en Linkedin es mejor que te centres exclusivamente en lo profesional, la descripción de Twitter puede ser más creativa (concentrada, eso sí, en 160 caracteres), pero en Flickr puedes seleccionar cuidadosamente fotos que resuman tus intereses; Facebook, en cambio, lo puedes “mostrar” de una forma más personal, aprovechando por ejemplo los mapas de Bing para indicar dónde has vivido, en qué países has estudiado y trabajado, a qué otros has viajado… y destacar actividades personales-profesionales que te permitan reforzar la idea que quieras transmitir en tu currículo. O puede que lo que más te interese es mantenerlo cerrado, para que sólo tus amigos vean tus actualizaciones y “dar a entender” así que valoras tu privacidad.

Piensa que tu presencia en cada red habla por sí misma, y cuando un headhunter busca información sobre alguien, no sólo entra en sus perfiles profesionales; también visita Twitter, Facebook, YouTube, etc. Es importante que seas coherente: no publiques un vídeo de tu última fiesta o, si lo haces, revisa con mucho cuidado todo lo relativo a la privacidad.

# 3. Revisa tus fotografías

¿Y si cambias tu situación laboral pero no actualizas tus fotos de perfil? A lo mejor tenías asociada a ella una imagen que te identificaba con la anterior empresa en la que trabajabas porque vestías un uniforme de la marca o bien aparecía el logo de esa empresa en el fondo de la imagen. Presta atención a los detalles.

# 4. Personaliza tu url

Del mismo modo que la información de tu perfil y la imagen, la url es un identificador clave. Cuando te crees un nombre de usuario, piensa muy bien cuál vas a utilizar. Siempre es más recomendable que mantengas el mismo en todas las redes sociales, en la medida de lo posible, para que resulte sencillo recordarlo y porque reforzará tu marca personal cuando tengas que crear tu tarjeta profesional. Por ejemplo, en Twitter y Linkedin mis urls son: https://twitter.com/billiesastre y https://linkedin.com/in/billiesastre.

# 5. Cuidado con las contraseñas

Aunque es un tema muy sensible, y a pesar de las exigencias de las leyes de protección de datos, es probable que algún ex compañero tuyo tenga todavía alguna contraseña anotada en un post-it pegado en la pantalla de su ordenador, o en una hoja compartida por varios, ya que así podía echarte una mano cuando tú no estabas.

Las contraseñas de tus cuentas no deberías compartirlas con nadie; si lo has hecho, revísalas una por una o cámbialas si no estás seguro. Una aplicación que te ayudará mucho en la gestión de contraseñas, pues las puedes utilizar desde cualquier dispositivo e incluso con tu equipo de trabajo es Passpack. La cuenta gratuita te permite almacenar hasta 100 contraseñas distintas con total seguridad.

Y en la empresa, ¿quién es responsable de velar por la Marca?

No sólo corresponde a las personas actualizar sus perfiles sociales. La empresa también debería cuidar esta parte. ¿No te has encontrado alguna vez en Linkedin dos puestos con las mismas funciones de tu empresa? O peor aún, ¿qué pasaría si uno de tus ex empleados se comportase en contra de tus valores como marca?

Dentro de cada empresa debería existir un perfil que velase por la actualización de los perfiles sociales de sus empleados y ex empleados, pues es muy sencillo crear confusión entre los clientes e incluso perderlos si no dan con la persona adecuada. Podría ser el Social Media Manager o incluso el responsable de Recursos Humanos, por ejempjlo.

Conclusión

La reputación online sigue tomando fuerza no sólo en el ámbito empresarial, sino también en el personal. Ya no es algo que sólo afecte a grandes marcas sino que cada uno debemos cuidar lo que cuenta la red y recordar que la reputación no depende sólo de nosotros. Somos lo que publicamos y lo que los demás publican, por eso es cada vez más importante tener claro qué queremos decir, cómo y dónde.

Y tú, ¿cuidas tu reputación online? ¿En tu empresa se vela por estos intereses?

[grwebform url=”https://app.getresponse.com/view_webform_v2.js?u=lhGe&webforms_id=3442303″ css=”on” center=”off” center_margin=”200″/] [grwebform url=”https://app.getresponse.com/view_webform_v2.js?u=lhGe&webforms_id=3444803″ css=”on” center=”off” center_margin=”200″/]